1. Disfruta del proceso: no te obsesiones con la meta o con los resultados que deseas alcanzar. Enfócate en cada pequeño paso que das y siéntete orgulloso de darlo.

2. Nunca pases hambre: el hambre te llevará a que tomes malas decisiones, así que come la cantidad que necesites.

3. Si algo no te gusta, no lo comas: comer es un acto de amor hacia nuestro cuerpo, así que disfruta de tus alimentos.

4. Elige los alimentos que te quieren a ti: elije tu comida teniendo en cuenta la información o el efecto que tiene sobre tu cuerpo. Opta siempre por el placer total, es decir, el placer a corto (cuando la comes), a medio (mientras digieres y días después) y a largo plazo (el efecto sobre tu salud).

5. Toma decisiones en base a tu bienestar, no al de un tercero. Sólo podrás ayudar y hacer feliz a otras personas si tú lo eres antes. No puedes dar aquello que no tienes.

6. Eres perfecto/a, no hay error de diseño. Tus problemas, enfermedades, dolencias,… son pruebas que superar para tu desarrollo y evolución personal.

7. Cree en ti y en tus posibilidades: tienes todo lo que necesitas para conseguir cualquier cosa que te propongas.

8. Pon en tu mente sólo lo que deseas en tu vida: donde pones tu atención, pones tu energía, y eso atraes a tu realidad.

9. Hazte responsable de tus acciones y decisiones: eres 100% responsable de tu vida, tanto de tus logros como de tus fracasos.

10. Toma tus decisiones en base a tus objetivos: no te dejes influenciar por modas o tendencias. Ten claro tus objetivos y metas y elige aquello que te ayuda a alcanzarlos.

11. Pon tu atención y tu mente en lo que puedes controlar: deshazte de preocupaciones generadas por cosas o situaciones sobre las que no tienes control ni influencia. Y enfócate en hacer lo que está en tu poder.